XVII) Hilos de dolor y vida
Observen. Pero no así, con los ojos; es otro tipo de sentido el que deben despertar.
¿Han visto esas mariposas entretejiendo sus vuelos? ¿Han sido capaces de intuir algo mayor que los dos insectos flotando como papel en las leves convecciones? ¿Quizás cuando se acercan, en el modo de evitarse sin evitarse, cuando una se esfuerza en subir para que la otra descienda?
Observen. No aparten su atención ahora que han podido sentir vagamente la presencia de lo Irreal que no se ve.
¿Ven las ramas de esos árboles intercambiando mensajes por polen, hojas secas por roces imprevistos, entrelazando las raíces justas para un justo reparto y una presencia cercana entre los de su especie?
Observen. Ya casi, casi lo tienen.
¿Esos dos fieles perros, que lloran si uno se va o ríen (ladran) al reencontrarse? ¿Qué clase de cuerda los une que puede estirarse tanto sin romperse pero al mismo tiempo es tan delicada que ni se percibe?
Obsérvense ahora ustedes mismos. Observen sus ausencias mutuas, y cómo éstas se llenan puesto que no hay nada, ni siquiera ausencia, sin una suerte de presencia de lo ausente. Observen el diálogo silencioso de sus miradas, el intercambio de sentires, las sintonías que forman sus estados de ánimo.
Observen qué pasa cuando uno de ustedes falta (no, ya les he dicho que no miren con los ojos; es otro tipo de sentido el que debe haber despertado ya). Obsérvense por dentro y dénse cuenta de la telaraña que oscila entre ustedes, enlazando sus emociones con hilos hechos de dolor y placer, de confianzas e incluso traiciones. Esas redes invisibles que les unen, que existen incluso cuando ustedes se alejan, son las que les hacen vivir.
Pues ustedes viven cuando alguien querido se va y les duele (es la red que se resiente). Viven cuando regresa alguien que ha sufrido (es la red la que hace que ustedes también sufran). Viven cuando se acercan a alguien desconocido y comienza a tejerse un nuevo hilo que les unirá.
Son prisioneros de sus redes. Nada les causa más dolor que una rotura, nada más incierto que un empalme mal terminado, nada más poderoso que un hilo invisible que une mundos diferentes y existencias incompatibles.
Observen bien ahora que son capaces de sentir la red que ustedes mismos forman. ¿Ven lo ocupados que están todos negando su existencia?
Porque les duele. Porque están atrapados. Porque el cariño que teje los hilos es el dolor cuando se rompen.
Observen.
Y de una buena vez, acepten lo que realmente son.
7 comentarios:
(por problemas familiares no voy a poder contestar los comentarios has dentro de unos días)
Espero que esos problemas se solucionen pronto.
Y sobre tus hilos de dolor y vida, no sé qué decir. Me has dejado sin palabras. Es una preciosidad. Me ha encantado.
Más, más, más... ;-)
Lo dicho, que todo se solucione pronto.
El micro es muy bonito.
Espero que los problemas familiares que te reclaman no sean graves y que se solucionen.
Un abrazo.
Ojalá se arreglen pronto esos problemas.
El post... precioso.
Ánimo!
Gracias a todos, de verdad. Después de unos días lamentables parece que todo está yendo a mejor...
¡Seguimos leyéndonos! (aunque quizás no pueda dejar comentarios tan a menudo como debería)
No te preocupes por los comentarios, el caso es que las cosas sigan yendo a mejor.
Aquí te esperaremos mientras tanto. Con la paciencia y el cariño que te mereces. MUACK!!
Muchas gracias :-)
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