1.9.06

IV) Esperar lo irreal

Una de las múltiples formas de entrar en irrealidad es esperar. Esperar mucho, si se es un recién llegado al selecto club de exploradores de la frontera más cercana; sólo unos minutos, incluso pocos segundos, si se tiene ya cierta experiencia.

Sentarse en un banco duro a esperar algo que no se sabe cuándo pasará (una cita, que termine una reunión, que llegue alguien que pueda decidir no hacerlo, que se escriba una nueva anotación en este cuaderno de campo) es una manera deliciosa de cruzar la frontera. Así, la espera deja paso al aburrimiento. El aburrimiento deja paso al vacío. El vacío... resulta estar ocupado por un manojo de mundos que corren entrelazados con el nuestro.

A través de la Puerta Inmaterial de la Paciencia se puede acceder a varios reinos de irrealidad. En primer lugar, es fácil quedar rodeado de fauna Viva a Veces: el asiento que nos sustenta, que suspira tristemente por nosotros porque ya ha visto esperar a tanta gente; la pared de enfrente contemplándonos con altivez, su red de azulejos verdes cuyas imperfecciones se agitan como las arrugas de una mano anciana; las barandillas y pasamanos: el estudio de sus marcas (desconchones, roces y múltiples capas de pintura gastada) es tan apasionante como la fisiognomía.

Pero ya hemos tomado notas en alguna ocasión sobre la vida de lo inanimado. Hay otras capas de irrealidad más difíciles de alcanzar, aún siendo mucho más embriagadoras.

La Irrealidad de las Frecuencias: obsérvese a las personas deambulando delante nuestra (quedémonos absolutamente quietos, respiremos lo justo) y con algo de esfuerzo se podrá constatar cómo el número de veces que cada cual pasa, el tiempo en que lo hace y su rapidez, y cómo se engarza su paso con el de otros, forman una celosía delicada y sutil, que transciende y cobra vida propia (¿un dragón de estelas? ¿una pelea ritual de ofidios? Muchos han intentado aprehenderlo en una cárcel de palabras y todos han fracasado).


La Irrealidad del Devenir Elástico: piérdase uno en la espera, y el marcaje del reloj parecerá tomar una consistencia voluble, incierta... engañosa siempre. Si ante tal percepción se nos ocurre mirar fijamente hacia algún lugar durante un buen rato, quizás se personifique el Señor Tiempo, sosteniendo en una mano un puñado de arena que nunca deja de manar y en la otra un prieto haz de cuerdas. No nos mirará, ni nos dirá nada, ni podremos aprender la manera de evitarle (un secreto que él nunca se llevará a la tumba), pero más vale que no nos levantemos e intentemos tocarle, porque es entonces cuando se desvanecerá, y siempre que el Señor Tiempo se desvanece se forman remolinos y bucles surreales, irreales, y transrreales que cualquier persona debería evitar como al diablo.

Finalmente, consideremos la Irrealidad del Borde: desenfóquese la vista y, sin mirar por el rabillo del ojo, préstese atención a ese lugar limítrofe (esto requiere algo de práctica). Se verán todas las puertas de irrealidad, algunas cerradas, otras mostrando el esplendor que hay al otro lado, unas pocas dejando sólo un prometedor resquicio.

Lástima. Este último efecto es completamente inasible. Sólo podremos contemplar esos umbrales y lamentarnos de no saber exactamente cuántos hemos visitado ya y cuántos más nos esperarán sin fortuna, pues el Señor Tiempo tirará de nuestra cuerda demasiado fuerte algún día. Tanto que se rompa.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Guaaaaaaaaaau. Pero... ay! Ahora me da algo de miedo el señor tiempo. :-P

Excelente.

PD: Más, más, más.

Jafma dijo...

Habrá más, habrá más, las puertas a irrealidad son innumerables.

Pero no todas serán tan apacibles como ésta :-)

Anónimo dijo...

¡Ays, no me digas eso! XDDDDD

Santiago Eximeno dijo...

Joe, toy fascinado, que lo sepas...

Jafma dijo...

Pues vosotros no sabéis lo fascinado que estoy yo de ver que a la gente le gusta esto tan rarito... :-) En serio, muchas gracias a todos.

Anónimo dijo...

¿Esto tan rarito? Ay, creo que aquí el único rarito eres tú. Ni tu obra ni nosotros. XDDDD

Jafma dijo...

Bueno, eso de que soy rarito es indiscutible, no puedo decir nada a mi favor :-)